Los géneros más antiguos son la tragedia y la comedia, que tienen su
origen en la antigua Grecia; varios siglos después apareció el drama,
específicamente a mediados del siglo XVI en Europa, todos considerados
en los subgéneros dramáticos mayores.
Tragedia
La tragedia es la representación de una acción extraordinaria en que, a
través de la lucha heroica con el destino o el choque violento de la
voluntad contra las propias pasiones o el conflicto del deber frente a
la ley, produce en el público una expresión de asombro, terror y
compasión.
El final es siempre trágico.
Como veíamos, este subgénero se originó en Grecia, en las fiestas
dedicadas a Dionisios, al terminar la vendimia o cosecha de la uva.
Y sus principales exponentes fueron: Tespis, Esquilo, Sófocles y
Eurípides.
Siglos más tarde, las naciones modernas que más se destacaron en la
tragedia, fueron Inglaterra, con el autor William Shakespeare y su
clásico Hamlet, príncipe de Dinamarca, y Francia, con Pierre Corneille y
Jean Racine.
Comedia
La comedia muestra, desde el punto de vista humorístico, distintos
aspectos de la vida cotidiana del ser humano, provocando en los
espectadores gracia y risa, siendo el desenlace siempre alegre y feliz.
Se cree que el origen de la comedia también viene de las fiestas en
honor a Dionisios, donde se interpretaban canciones burlescas.
Al canto se le agregó un bufón (algo así como un payaso) y los autores
ridiculizaban con sátiras las costumbres y actos de los gobernantes,
causando una buena acogida en los espectadores.
En Grecia sus más relevantes autores fueron Aristófanes y Menandro.
En Roma cultivaron la comedia Plauto y Terencio.
Drama
Este género es la representación de problemas graves, con intervención,
a veces, de elementos cómicos.
Su desenlace puede indistintamente ser feliz o infeliz.
El drama apareció en Europa a mediados del siglo XVI y su creador fue el
poeta español Félix Lope de Vega, aunque este y sus seguidores lo
llamaron comedia.
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