Bodas de sangre es una tragedia en verso del escritor español Federico García Lorca escrita en 1931. Se estrenó el 8 de marzo de 1933 en el teatro Infanta Beatriz de Madrid y fue llevada al cine poe Carlos Saura en 1981.
Es una producción poética y teatral que se centra en el análisis de un sentimiento trágico. Desde la vida y la muerte, a lo antiguo y lo moderno, en la manera de ver la tragedia. Todo ello enmarcado en un paisaje andaluz trágico y universal.
El tema principal que se trata en este gran drama es la vida y la muerte. Pero de un modo arcano y ancestral, en la que figuran mitos, leyendas y paísajes que introducen al lector, en un mundo de sombrías pasiones, que derivan en los celos, la persecución, y en el trágico final, la Muerte. El amor se destaca como la única fuerza que puede vencer a la muerte.
La obra recoge las costumbres de la tierra del autor, que aún perduran. Todo ello a partir de objetos simbólicos, que anuncian la tragedia. Es constante en la obra de Lorca la obsesión por el puñal, el cuchillo y la navaja, que en Bodas de sangre atraen la fascinación, y a la vez, presagian la muerte.
El argumento principal de la obra es la futura boda que unirá al Novio con la Novia. Pero la tragedia está presente e impedirá que este matrimonio llegue a consumarse. La Novia, que guardaba su amor por Leonardo en el olvido, vuelve a despertar cuando ve a su antiguo novio el día de su boda.
La obra plantea el conflicto entre dos familias. Por un lado, la parentela del novio y la madre, quien ha perdido a su marido y a uno de sus hijos por culpa de la otra familia. La familia de Leonardo, la de los Félix, está también abocada a la catástrofe porque este aún está enamorado de la novia, una joven con la que estuvo saliendo durante tres años y que aun estando él casado y con un hijo, no ha podido olvidar.
Finalmente el novio y la novia se casan pero al poco, la novia y Leonardo se escapan juntos para hacer realidad su sueño de estar juntos. El novio los persigue por el bosque hasta que los encuentra y entonces, en una lucha entre Leonardo y el novio, ambos mueren.
La novia, que siente que ya no tiene razones para vivir, visita a la madre del novio, no para pedirle perdón sino para que le quite la vida a ella también. La madre, por su parte, no es capaz ni de tocarla. Aunque desearía poder atender la petición de la joven, no tiene fuerzas para hacer nada, al perder lo único que le quedaba: su hijo.
PERSONAJES
Principales:
La madre: La Madre representa la fidelidad a la tierra. En su afán de protección de la descendencia se siente identificada con la tierra, la familia y la sangre. Hay que seguir manteniendo la vida a través de la especie, a través del hijo. Es fuerte y constante, paciente ante la adversidad.
El novio: Personaje poco conocedor de los secretos escondidos de su novia. Buena persona, a pesar del asesinato. Ama a la Novia por encima de todo. Estaba orgulloso de sus tierras y su trabajo.
La novia: Mujer impulsiva que fue arrastrada por una fuerza superior a ella sin percatarse del daño que podía causar a una tercera persona.
Padre de la novia: Hombre tranquilo, interesado especialmente por las tierras del novio. Le advierte inconscientemente al novio de que la novia no lo quiere.
Leonardo: Poco honrado, egoísta. Fue rechazado por los padres de su primer amor. Profundamente enamorado. No se avergonzó en abandonar a su mujer e hijos para escaparse con la Novia. Su carácter es parecido al de ésta: Inconsciente y apasionado.
Se debe notar que éste es el único personaje de la obra al que se le confiere un nombre propio, lo cual subraya su importancia en la trama. Más aún, mientras que al resto de los personajes ven su rol definido, o hasta cierto punto limitado, por el nombre que llevan, al darle un nombre propio a este personaje, García Lorca se ve libre de desarrollarlo más plenamente y hacerlo un personaje menos estereotipado.
Secundarios:
La Luna: Aparece en la escena del bosque, la más poética de la obra, como un leñador joven, con la cara blanca.
La luna también juega un rol como "ayudante de la muerte" pues, a través de la iluminación que ésta otorga (elemento teatral que es enfatizado varias veces por las acotaciones de la obra, en las que se menciona la intensa luz azulada que se debe proyectar cuando el personaje aparece), interviene en el final trágico de los dos hombres.
La Muerte: También aparece en el bosque como una mendiga, descalza y totalmente cubierta por tenues paños verde oscuros. Este personaje no figura en el reparto. Acompaña al Novio en busca de Leonardo y la Novia.
La suegra de Leonardo, y su mujer: Adivinan lo que pasará.
La Criada, vecina y gente del pueblo: Demuestran su preocupación por la tragedia.
Leñadores y Mozos: Narradores de la historia final.