La Dama del Alba es una obra de teatro escrita
por el dramaturgo Alejandro Casona. Es una fantasía Drama en la que
la Muerte personificada es el personaje principal. Tiene lugar en un
pequeño pueblo español en el Principio de asturias, es más, debido a
pequeños detalles de la obra se deduce que es su pueblo natal:
Besullo, situado en el municipio de Cragas del Narcea. La obra
consta de cuatro actos.
Sinopsis
Acto I
La familia reunida en la conversación, se pone de
manifiesto que la madre ha perdido una hija supuestamente ahogada en
el río que pasa por el pueblo, hace cuatro años. Angélica se había
casado con un joven llamado Martín tres días antes de su muerte. Su
cuerpo no fue encontrado, la madre se lamenta de no haberla podido
sepultar. La obra se inicia en el aniversario de su muerte. La
Peregrina aparece en la puerta. El abuelo sabe que conoce a la
Peregrina, pero no recuerda de dónde. Los niños juegan con ella y
ella se ríe de un modo que asusta a los niños. Dice que nunca había
reído antes. También le sorprende encontrar en su interior un
corazón que late. La criada de la casa acuesta a los niños, pero
antes de que se duerman les pidio que la despierten antes de las
nueve, y la Peregrina se duerme. El abuelo se queda pensando en qué
conoce a la Peregrina.
Acto II
En el mismo lugar, minutos después. El abuelo se da
cuenta de que la Peregrina es La Muerte; la reconoció porque la
había visto cuando estuvo en un accidente ocurrido en una mina años
atrás, en el que murieron los 7 hijos de Telva; la criada de la
familia. El abuelo despierta a la Peregrina, le dice que la ha
reconocido y le pide que deje a su familia tranquila, puesto que ya
han sufrido demasiado. La peregrina manifiesta que no le sorprende
que la haya reconocido ya que según ella quienes están cerca suyo
nunca la olvidan y también dice que había llegado a la casa para
llevarse a Martin, el dueño de la casa donde vivían la madre y sus
tres hijos, pero ella perdió su oportunidad cuando no la despertaron
antes de las nueve, ya que, era su hora. La muerte, que se describe
en términos muy humanos en la obra, explica que no hace más que
obedecer órdenes, que ella no había elegido ser la muerte, sino que
le tocó a ella matar a las que le mandaran y no poder morir nunca.
Mientras tanto, Martin trae a Adela, una joven que se intentó
suicidar en el mismo río donde supuestamente murió Angélica. La
peregrina le comenta al Abuelo que volverá en siete lunas llenas, es
decir, el 25 de junio (Día de San Juan).
Acto III
Angélica regresa durante la fiesta de San Juan, a su
casa, sin ser vista por nadie en el pueblo. Se encuentra con la
Peregrina, y le cuenta que ha sido miserable y que su amante la ha
abandonado. Ella quiere retomar su vida anterior. La Peregrina le
dice que no es posible porque ya ha sido sustituida por Adela, y que
provocará más dolor a su familia, puesto que su madre, su abuelo, su
marido y sus hermanos han logrado rehacer su vida. La peregrina le
muestra que ha perdido todo, y que sólo puede salvar el buen
recuerdo que de ella tienen los que la amaron, proponiéndole unirse
a ella en el río.
En la última escena, gente del pueblo encuentra el
cuerpo de Angélica en el remanso; ellos creen que el cuerpo se ha
conservado después de 4 años de estar en el río. La madre grita
finalmente de alegría al haber recuperado el cuerpo de su hija para
poder sepultarla.
Además deja entrever en el final, un posible enlace
entre Martín y Adela.
Personajes
La Peregrina: mujer hermosa, de sonrisa
tranquila, cabello rubio, manos muy blancas y frías y de ojos
tristes. Ha estado en los alrededores del pueblo anteriormente. Va
en camino a Santiago de Compostela, aunque realmente es la muerte y
lamenta no poder sentir una vida humana, ya que siempre mata lo que
toca y aunque tenga sentimientos de mujer no los puede expresar a su
máximo.
Telva: mujer de edad a la que le gusta mucho
hablar. Es criada de la casa, se encarga de los quehaceres
domésticos y del cuidado de los niños. Es viuda y perdió a sus siete
hijos en un accidente en la mina.
La Madre: mama de Angelica, Andres, Dorina y
Falin. Desde la muerte de su hija mayor ha quedado muy resentida y
temerosa, motivo por el cual cuida en extremo a los niños. Pasa la
mayoría del tiempo lamentando a su hija ausente.
El Abuelo: hombre moderado y sabio que vive
en la casa de los Narces. Es muy bueno con los chicos y con Adela.
Le gustaría que sus nietos tuvieran una vida como cualquier otro
chico de su edad, yendo a la escuela, corriendo y jugando. Se
preocupa mucho cuando descubre quien es verdaderamente la Peregrina.
Martin de los Narces: esposo de Angelica.
Hombre joven, apuesto y trabajador. El mejor caballista de la
sierra. Iba a ser la primera víctima de la Peregrina, pero como los
niños la dejaron dormida y no despertó a la hora que tenía que hacer
su trabajo, dejo ir a Martin. Oculta el secreto de Angelica y
solamente se lo confesa a Adela, su nuevo amor.
Adela: mujer joven a la que Martin rescato
del río cuando se intentó suicidar. Ha llevado una vida muy
desdichada hasta que llega a la casa de los Narces. A medida que
pasa más tiempo en la casa de los Narces, toma el lugar de Angélica
más y más. Se va enamorando de Martin, pero no pueden estar juntos
debido al secreto de Angelica.
Andres: el varón mayor de los hijos de la
Madre. El expresa su encantamiento cuando ve por primera vez a la
Peregrina.
Dorina: la hija menor. Queda fascinada con
la Peregrina y también expresa su amistad con Adela.
Falin: hijo menor.
Quico del Molino: empleado de la casa que
suele trabajar en el granero y ayuda a Martin en sus quehaceres. Le
fascinan las mujeres, en especial Adela. Suele frecuentar la taberna
al igual que su amo Martin.
Angelica: hija mayor de la Madre. Había sido
novia de Martin dos años, pero solo duro tres días casada con él
antes de su desaparición. Sus hermanos la extrañan y su madre nunca
pudo superar la tragedia en cuatro años. Se creía que se había
ahogado en el río, pero nunca encontraron su cuerpo. La realidad la
sabe Martin, que ella se escapó con un amante. Ella volvió, ya que
el amante la abandono y quiere regresar a su vida normal, pero al
hablar con la Peregrina, la hace darse cuenta que todos ya hicieron
sus vidas sin Ella.
|