MAQUILLAJE

La palabra maquillaje proviene de maquiller (maquillar) un término francés utilizado en la jerga teatral francesa durante el siglo XIX. Se trata de aplicar al rostro preparados artificiales para adecuarlo a la iluminación o bien para obtener una caracterización.

Además de minimizar la pérdida de color, el maquillaje ayuda a crear al personaje y contribuye también a su caracterización exterior, adecuando la apariencia física a las exigencias del guión. Este tipo de maquillaje llega a transformar los rasgos del actor y puede ir desde un leve envejecimiento, rejuvenecimiento, a colocarle una peca, o cicatriz inexistente o, en el extremo opuesto, a convertir a una persona en un monstruo, un personaje de ficción, un hombre lobo, etc.