ARANIA
 

En el pueblo
DOÑA LUCILA está sentada a la mesa. Entra ARANIA.

ARANIA: Disculpe.

DOÑA LUCILA: A la orden?

ARANIA: Puedo entrar?

DOÑA LUCILA: Claro, entre. En qué le puedo servir?

ARANIA: Es que estoy recién llegada al pueblo y me dijeron que Ud. a veces alquila cuartos. Estoy buscando en casa de familia.

DOÑA LUCILA: Bueno, tengo un cuarto desocupado. Ud. que piensa hacer aquí en el pueblo?

ARANIA: Bueno, tengo trabajo. Soy tejedora.

DOÑA LUCILA: Si? Y qué teje?

ARANIA: De todo. Hamacas, mochilas, cintillas.

DOÑA LUCILA: Y donde piensa trabajar?

ARANIA: Aquí en mi cuarto. Tengo mi propio telar.

DOÑA LUCILA: Bueno, entonces le muestro el cuarto, y luego puede traer sus cosas.

ARANIA: Gracias. Seguramente voy a estar feliz aquí.

(Van atrás para ver el cuarto y regresan. Las dos se sientan a la mesa)

ARANIA: Me han dicho que Ud. es un pilar de la comunidad.

DOÑA LUCILA: Bueno, me gusta ayudar a todos. A mí me enseñaron que el servicio es como oración, y me agrada hacerlo. No hago gran cosa. A veces ayudo a organizar el bazar del colegio. También cada año hacemos un proyecto para mejorar el centro de salud. Hace un mes arreglamos el parque y cada rato invito a la vecindad para una fiesta en mi casa. Inclusive, esta noche hay una fiesta aquí y Ud. está invitada. Así puede conocer a la gente del pueblo.

ARANIA: Parece que Ud. hace mucho por su pueblo. Debe tener muchos amigos.

DOÑA LUCILA: Sí, amigos tengo, pero a veces me preocupa este pueblo.

ARANIA: Sí? Por qué?

DOÑA LUCILA: A veces no estamos tan unidos. Sabe como es. Pueblo pequeño, infierno grande.

ARANIA: Sí. Porque la gente habla cuando debe quedarse callada.

DOÑA LUCILA: Exactamente. No sé cómo pueden encontrar tantos temas. Creo que hay que ver lo bueno en los demás, no lo malo. Cierto?

ARANIA: Claro que sí. De pronto yo puedo ayudar a resolver este problema en el pueblo.

DOÑA LUCILA: No, no querida. No se preocupe por eso. Es un problema viejo. Ud. es nueva aquí. Esta noche puede empezar a conocer a todos.

ARANIA: Sí, esta noche voy a empezar.

DOÑA LUCILA: Bien. Vamos a alistarnos.

(Salen las dos. Entran LOS VECINOS)

VECINO 1: Hola, Doña Lucila. Estamos llegando.

VECINO 2: Ya empezó la fiesta?

VECINO 3: Parece que somos los primeros en llegar.


VECINO 4: Bueno, prende la música, que ya empezó la rumba.

VECINO 5: Claro, la parranda es pa' amanecé.

(Entra DOÑA LUCILA con ARANIA)

DOÑA LUCILA: Bienvenidos, amigos. Estoy feliz de que hayan podido venir. Que se diviertan bastante. Oh, quiero que conozcan a una nueva amiga. Ella es Arania.

(ARANIA da unos pasos atrás y se pone un sombrero que tiene la cara de una araña y ocho patas.)

VECINO 1: Aja. Donde está la nueva amiga?

DOÑA LUCILA: No sé. Estaba aquí hace un minuto.

VECINO 2: Tal vez es tímida.

VECINO 3: O tal vez tenía una necesidad.

VECINO 4: O tal vez encontró compañía más interesante.


DOÑA LUCILA: No, no. Ella es nueva aquí. Es su primer día en el pueblo. De pronto está cansada y se acostó.

VECINO 5: No sé, pero Doña Lucila, tú tienes una araña grande en la pared.

DOÑA LUCILA: Oh, cielos! (Coge un trapo y pega la pared. ARANIA se agacha y pasa por el otro lado) Ya la maté. (Sonriendo)

(Todos empiezan a bailar. ARANIA camina alrededor de ellos observando a cada uno)

VECINO 1: Ya me rindo.

VECINO 2: Si, ya es hora de partir.

VECINO 3: Estuvo buena la fiesta.

VECINA 4: Si, gracias Lucila. Hasta mañana.

VECINA 5: Mañana nos presenta a la nueva vecina, oyó. Chao.

DOÑA LUCILA: Hasta luego, amigos. Si, mañana la conocerán. Que duerman.


(Todos salen. Suena el gallo. Luego entra ARANIA, tomando un café, se sienta a la mesa. Después entra DOÑA LUCILA sobandose los ojos.)

DOÑA LUCILA: Buenos días. Se levantó temprano.

ARANIA: Sí, me acosté temprano.

DOÑA LUCILA: No aprovechó la fiesta. Pero tal vez hoy puede conocer el pueblo.

ARANIA: Sí, hoy lo voy a conocer.

DOÑA LUCILA: Bueno. Tengo que salir a hacer mercado. Debo estar de regreso al mediodía.

ARANIA: Nos veremos, entonces.

DOÑA LUCILA: Hasta luego. (Coge la canasta y sale)

ARANIA: Hasta luego.( Se pone su sombrero de araña y coge una bola de lana y sale)

(Entran VECINO 1 y VECINO 2. ARANIA sigue atrás)


VECINO 1: Buena la fiesta anoche, eh?

VECINO 2: Si, pero Lucila debe hacer unos arreglos a su casa. Está como sucia. Telarañas en los rincones. Me da asco.

VECINO 1: Verdad. Y su vestido. Parece que lo había sacado del baúl de su abuela.

VECINO 2: Sí. Como ya no tiene marido parece que no le da importancia a su arreglo personal.

(ARANIA se acerca a los dos vecinos, se agacha y amarra la lana a la muñeca de uno y luego a la del otro. Entra VECINO 3)

VECINO 3: Hola. Qué tal?

VECINO 1: Nada. Aquí comentando sobre la fiesta anoche.

VECINO 3: Eh, se dieron cuenta que no vino la vecina a lado. Será que están peleando?

VECINO 2: Yo escuché que estaba indispuesta, sabe?

VECINO 1: De pronto esperando familia?


VECINO 2: Ja, quien será el papá

(ARANIA amarra la lana a la muñeca de VECINO 3. Entra VECINO 4)

VECINO 4: Saludo. Qué cuentan por aquí?

VECINO 1: Nada bueno. Comentando sobre la vecina de Lucila.

VECINO 4: Ah, sí. Sabe lo que me dijeron? Que está enferma. Como que ella anda con los hijos de esa nueva familia que llegó y todos ellos son drogadictos, pues claro, se le pegó a ella.

VECINO 3: Eh, a propósito. ¿No escucharon lo que pasó a la vecina del patio detrás de Lucila? Es que su marido llegó borracho y le dió una limpia. Está bien golpeada.

VECINO 2: Tal vez la encontró con otro.

(ARANIA amarra la lana a la muñeca del VECINO 4. Entra VECINO 5)

VECINO 5: Uds. están hablando de la nueva inquilina de Lucila? Me sorprende que le alquiló a una mujer.

VECINO 1: Sí. La vez pasada alquiló a dos hombres, estudiantes.


VECINO 5: Sí. Parece que a Lucila le gustan los chicos, no?

(ARANIA amarra la lana a la muñeca del VECINO 5 y la conecta con la del VECINO 1)

VECINO 2: Bueno, tengo que ir al trabajo.

VECINO 3: Yo también. Eh! Que pasa aquí?

(VECINOS 1, 2, 3, 4 y 5 se encuentran atrapados en la red de ARANIA y empiezan a gritar. ARANIA sale.)

VECINO 1: (Al VECINO 5) Eh! Tu me enredaste!

VECINO 5: Al contrario, compadre. Tú nos has enbolatado a nosotros.

VECINO 4: Suéltame! Tengo que ir a trabajar también.

(Siguen gritando uno al otro. Entra ARANIA con unas tijeras grandes)

VECINO 2: Mira. Parece que viene alguien con unas tijeras.


VECINO 3: Menos mal. Esto está bien pegajoso.

(ARANIA les reúne a todos entre sus brazos y abre y cierra las tijeras cinco veces. LOS VECINOS están gritando. Luego salen todos corriendo)
(Entra DOÑA LUCILA con la canasta del mercado y se sienta a la mesa)

DOÑA LUCILA: Arania? Está en la cocina?

ARANIA: Si, Señora.

DOÑA LUCILA: Está preparando algo? Huele rico.

ARANIA: Sí. Estoy haciendo el almuerzo. Lo hice para Ud. Está casi listo.

DOÑA LUCILA: Ay, querida. no tenía que molestarse.

(Entra ARANIA con dos platos de sopa. Se sienta a la mesa. Empiezan a comer)

DOÑA LUCILA: Hoy pudo conocer un poco el pueblo?

ARANIA: Sí, Señora, Conocí el pueblo.


DOÑA LUCILA: Y cómo le pareció?

ARANIA: Muy bonito. Y creo que de ahora en adelante habrá más unidad aquí. No más habladurías.

DOÑA LUCILA: Que Dios la oiga. Qué sopa tan deliciosa. De qué es?

ARANIA: De lengua.



FIN